jueves, 30 de junio de 2011

IDENTIDAD MESTIZA

Un primer paso en nuestro caminar como sociedad fue el de la construcción de nuestra identidad, la que marca nuestro origen como pueblo. Indagar en ese periodo es preguntarse quienes somos y de donde venimos. La historia nos muestra que los chilenos somos herederos y parte de una comunidad muy amplia, constituida, en primer lugar, por los pueblos originarios que habitaban el continente americano en el momento de la Ilegada de los españoles. 



La identidad latinoamericana, de la cual formamos parte, tiene sus raíces mas profundas en la historia y cultura de las grandes civilizaciones precolombinas. De igual manera, nuestra particular identidad nacional se vincula a la de los pueblos indígenas que habitaron antiguamente el actual territorio chileno. Esas culturas tenían una manera específica de ver, entender y significar el mundo en que desarrollaban su existencia. Materialmente, resolvían los problemas prácticos de la supervivencia, se alimentaban, vestían, construían sus moradas de determinadas formas, que se transmitían y evolucionaban de generación en generación.

Linea de Tiempo de Chile en el periodo Colonial

En Chile, la Colonia comienza tras el desastre de Curalaba en 1598 con el establecimiento de la frontera natural entre españoles y araucanos en el río Bío Bío. La región ubicada al sur de dicho río quedó en manos de los indígenas, mientras que las tierras ubicadas al norte fueron gobernadas por los españoles comenzando así la Colonia en Chile. Otros enclaves españoles fueron Valdivia y Chiloé.




Siglo XVII: Período de Formación de la Nacionalidad:

  El clero secular de esta época, por ser mas reducido y más pobre que le clero regular, tuvo menos influencia que éste. Los curas vivían, en general, de los diezmos y primicias y de los derechos parroquiales que se cobraban por bautizos, matrimonio, funerales y responso. Debido a la necesidad de predicar a los indios en su propia lengua, para convertirlos a la fe católica, se abrió en Penco un curso de lengua araucana, que fue de poca duración por la escasez de alumnos.



Siglo XVIII (1700-1780)

Se ha dicho, y no sin razón, que “ el predominio de los jesuitas en los dos primeros tercios del siglo XVIII, aplastó a la iglesia y a las órdenes religiosas”. Los obispos fueron sacerdotes cuerdos, apostólicos y virtuosos, que generalmente se inspiraron en los principios de la compañía de Jesús, cuyo lema era evitar dificultades. De ellos, los más notables fueron Alonso del Pozo y Silvia y Manuel Alday, ambos chilenos.
Las escuelas primarias parroquiales y la de los cabildos eran públicas y gratuitas para los pobres. Los maestros no eran siempre los párrocos, pues los laicos también eran admitidos en la enseñanza.
                                                     

jueves, 23 de junio de 2011

Clases de la Colonia

Una de las consecuencias en América Latina, y por supuesto, en Colombia, de la conquista y colonia españolas fue el proceso de mestizaje entre españoles, indígenas y negros. Los peninsulares que vinieron al Nuevo Mundo, lo hicieron sin sus mujeres y pronto se inició la mezcla racial que conformó el espectro étnico actual.
Las primeras familias españolas emigraron hacia América a lo largo del siglo XVII. Ya a comienzos del siglo XVIII, se había establecido en el territorio de la Nueva Granada un nuevo tipo de sociedad con jerarquías claramente identificadas. Las nuevas clases sociales estaban diferenciadas con base en su raza y en las actividades económicas que desarrollaban.
Como en todas las sociedades con diferencias de clase, la discriminación y los conflictos de intereses creaban enfrentamientos entre las diversas capas sociales. La movilidad de la sociedad colonial fue prácticamente nula, debido a que los grupos jerárquicos fueron muy cerrados y limitaron su acceso a personas con distintas características étnicas y económicas.
El sistema económico y el mestizaje contribuyeron a la formación de una clara brecha entre los españoles y el resto de la comunidad. Durante el periodo colonial, las clases sociales eran las siguientes:
  • Españoles. Ocupaban la cúspide de la pirámide social. Tenían derecho a ocupar los cargos públicos de mayor importancia. Eran dueños de grandes extensiones de tierra y de numerosos esclavos.
  • Criollos. Eran hijos de los españoles y habían nacido en América. La mayor parte de ellos eran comerciantes o hacendados. Su acceso a cargos políticos o de administración colonial era limitado, lo mismo que el ingreso al ejército. Podían ingresar a la vida religiosa, pero sin aspirar a ocupar altos cargos en la jerarquía eclesiástica.
  • Mestizos. Fueron el producto de la mezcla racial entre blancos e indígenas. Eran artesanos, pequeños comerciantes y minifundistas. Su acceso al clero estaba permitido, pero siempre ocupaban los cargos más bajos dentro de la jerarquía.
  • Indígenas. Después de la conquista, los indígenas quedaron relegados al papel de encomendados y mitayos. Habitaban los resguardos y eran legalmente libres; sin embargo, su condición social y racial no les permitia el acceso a los beneficios de las clases sociales más altas.
  • Negros, mulatos y zambos. La mayor parte de estos grupos raciales eran esclavos y trabajaban en las minas y las haciendas. El mulato, provenía de la mezcla racial del blanco y el negro. El zambo, provenía de la mezcla entre indígena y negro.